Pizza Napolitana
La verdadera pizza napolitana se basa en la sencillez. Para esta receta, nos enfocaremos en la clásica Pizza Margherita, que representa la bandera italiana con sus colores: el rojo del tomate, el blanco de la mozzarella y el verde de la albahaca.
Ingredientes (para 2 pizzas individuales)
Para la Masa (el corazón de la pizza)
Harina de fuerza 00: 250 g (es la ideal por su alto contenido de proteína)
Agua tibia: 170 ml
Levadura fresca: 5 g (o 2 g de levadura seca)
Sal: 5 g
Para la Cobertura
Tomate triturado: 80 g
Mozzarella fresca: 125 g
Hojas de albahaca fresca: unas pocas
Aceite de oliva virgen extra: 10 ml
Sal: al gusto
Preparación
1. Preparación de la Masa
En un bol grande, disuelve la levadura en el agua tibia.
Agrega la harina y la sal. Mezcla todo con una cuchara o con las manos hasta que se forme una masa.
Vuelca la masa sobre una superficie limpia y amasa por 10 a 15 minutos, hasta que esté suave y elástica. Amasar bien es clave para desarrollar el gluten.
Forma una bola con la masa, tápala con un paño húmedo y déjala reposar en un lugar sin corrientes de aire por 2 a 3 horas, o hasta que duplique su tamaño.
2. Fermentación y Estirado
Una vez que la masa haya crecido, divídela en dos porciones iguales.
Forma dos bolas con cada porción y déjalas reposar por 1 hora más a temperatura ambiente.
Precalienta el horno a la máxima temperatura posible (idealmente 250 °C o más), con una piedra para pizza o una bandeja de horno adentro.
Toma una de las bolas de masa y aplástala suavemente con la yema de los dedos, empujando del centro hacia los bordes. No uses rodillo, así mantienes el aire en el borde (cornicione).
3. Montaje y Horneado
Distribuye el tomate triturado sobre la base, dejando el borde sin salsa. Agrega una pizca de sal.
Corta la mozzarella fresca en trozos pequeños y distribúyela sobre el tomate.
Con mucho cuidado, desliza la pizza sobre la bandeja o piedra caliente en el horno.
Hornea durante 3 a 5 minutos. Sabrás que está lista cuando el borde esté dorado y con algunas manchas carbonizadas, y la mozzarella esté completamente fundida.
Saca la pizza del horno, rocíala con un chorrito de aceite de oliva y decora con unas hojas de albahaca fresca.