Milanesa a la parmigiana uno de los favoritos de la cocina italiana
La cocina italiana es un abrazo cálido de sabores y texturas, donde la sencillez se eleva a la excelencia. En esta receta, te invitamos a descubrir un clásico reconfortante: la milanesa a la parmigiana, una tierna carne empanizada cubierta de una rica salsa de tomate, mozzarella derretida y el toque aromático del queso parmesano, ideal para una comida familiar que evoca tradición, o para consentirte con un plato lleno de sabor y calidez.
Ingredientes (para 4 personas)
Para las milanesas:
4 filetes de ternera (aproximadamente 150g cada uno), pollo o cerdo, aplanados
1 taza de pan rallado fino
1/2 taza de queso parmesano rallado
2 huevos grandes batidos
1/4 taza de leche
Sal y pimienta negra recién molida al gusto
Aceite vegetal para freír
Para la salsa a la parmigiana:
500 g de salsa de tomate
2 dientes de ajo picados finamente
1 cucharadita de orégano seco
1/2 cucharadita de albahaca seca
Una pizca de hojuelas de chile (opcional)
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva virgen extra
Para el gratinado:
200 g de queso mozzarella rallado
50 g de queso parmesano rallado
Unas hojas de albahaca fresca (para decorar)
Preparación
Las milanesas:
Sazona los filetes de carne por ambos lados con sal y pimienta.
En un plato hondo, mezcla el pan rallado con el queso parmesano rallado.
En otro plato hondo, bate los huevos con la leche y sazona con sal y pimienta.
Pasa cada filete primero por la mezcla de huevo, asegurándote de que esté bien cubierto.
Luego, pasa los filetes por la mezcla de pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien por ambos lados.
En una sartén grande, calienta suficiente aceite vegetal a fuego medio-alto.
Fríe las milanesas por tandas, unos 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y cocidas por completo.
Retira las milanesas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
La salsa a la parmigiana:
En una cacerola, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio.
Sofríe el ajo picado hasta que esté fragante, aproximadamente 1 minuto.
Agrega la salsa de tomate, el orégano, la albahaca y las hojuelas de chile (si las usas).
Sazona con sal y pimienta al gusto.
Cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos para que los sabores se mezclen.
El gratinado:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
En una fuente para horno, extiende una capa delgada de salsa de tomate.
Coloca las milanesas fritas sobre la salsa.
Cubre cada milanesa con una porción generosa de salsa de tomate.
Espolvorea abundante queso mozzarella rallado sobre la salsa.
Finalmente, esparce el queso parmesano rallado por encima.
Hornea durante 15-20 minutos, o hasta que el queso mozzarella esté derretido, dorado y burbujeante.
Montaje:
Sirve la milanesa a la parmigiana caliente directamente de la fuente para horno.
Decora con unas hojas de albahaca fresca antes de servir.
Consejos del chef
Para una milanesa más tierna, puedes marinar la carne en leche durante unos 30 minutos antes de empanizar.
Asegúrate de que el aceite esté a la temperatura adecuada para que las milanesas se doren sin quemarse.
Puedes preparar la salsa de tomate con antelación y guardarla en el refrigerador.
Si prefieres una versión más ligera, puedes hornear las milanesas en lugar de freírlas. Rocíalas con un poco de aceite y hornea hasta que estén doradas.
Para un toque extra de sabor, puedes añadir unas láminas de jamón cocido entre la milanesa y la mozzarella.